La menopausia es un proceso fisiológico y natural que consiste en el cese definitivo de la menstruación, al cual se asocian una serie de cambios, algunos temporales, otros definitivos, en el organismo de las mujeres, con efectos de mayor o menor intensidad que se pueden prevenir, tratar y minimizar para una mejor calidad de vida y un envejecimiento saludable.

El síndrome urogenital de la menopausia se presenta como sequedad vaginal, sensación de quemazón, irritación o picores en la zona genital, ardor al orinar, dolor durante las relaciones sexuales por la escasa lubricación y falta de elasticidad, esto dificulta la penetración, haciendo que estas relaciones sean poco o nada placenteras o incluso dolorosas, acompañadas o no de sangrado leve, manchados o excoriaciones después de la relación sexual, entre otros síntomas.

Esto ocurre porque tenemos una reducción hormonal importante en el organismo, no solamente del estrógeno, de la progesterona, de la testosterona, entre otras, si no también, debido a diferentes alteraciones metabólicas.

La sequedad vaginal, aunque es más frecuente en la menopausia, es un problema que puede afectar a la mujer en cualquier etapa de su vida (por el uso de anticonceptivos, lactancia, postparto, peri y postmenopausia, etc.), de hecho, más de la mitad de las mujeres que padecen este trastorno tienen menos de 50 años, y puede aparecer asociada a irritaciones secundarias al uso de jabones y geles de ducha, detergentes y suavizantes para lavar la ropa interior, lociones y perfumes. Determinados medicamentos u hormonas empleados en el tratamiento de endometriosis, miomas uterinos o infertilidad así como otros utilizados para el tratamiento del cáncer de mama y de radioterapia en la zona pélvica o quimioterapia pueden ocasionar también sequedad vaginal.

El tratamiento consiste en hacer un amplio estudio metabólico y hormonal, estudio mamográfico, ecografía pélvico abdominal, densitometría y otros.
de esta manera se elegirá una adecuada suplementación y una terapia hormonal personalizada.

En la zona vulvo vaginal solemos trabajar con el láser Erbio Yag de Fotona para provocar una suave hipertermia e inducir la formación de microvascularización y regeneración de este tejido.

También se puede utilizar ácidos hialurónicos para hidratar, carboxiterapia y plasma como complementos del tratamiento.
Las mujeres en la pre y post menopausia aun están muy activas, desean calidad de vida y merecen volver a disfrutar de su plena sexualidad.