A lo largo del tiempo se van formando finas arrugas de la expresión facial que, si no la hidratamos o no las tratamos, se van profundizando y tornándose más gruesas y profundas.

Cuando estas arrugas dinámicas se intensifican y marcan mucho nuestra expresión facial, nos provocan una fisionomía de cansancio, enfado y sobre todo, más envejecida.

Hay diferentes propuestas de tratamientos para hidratar, reafirmar la piel y atenuar la fuerza muscular que aumentan la profundidad de las arrugas de la mímica.

Sugiero que, si quieres saber más sobre los diferentes tratamientos faciales existentes para lograr un aspecto más rejuvenecido, hidratado y relajado, no dudes en contactar conmigo para poder ofrecerte las terapias más convenientes para ti, de manera individualizada.