El peeling químico médico consiste en aplicar productos de forma local para conseguir una exfoliación efectiva y renovar la piel.

Para el peeling químico se pueden utilizar ácidos como Tricloroacético, Fenol, Glicólico, Retinoico Salicílico y otros. Hay algunos que son más profundos que otros, lo cual responde a las necesidades de cada paciente a tratar.

Con este tratamiento se busca mejorar la piel dañada por el sol, suavizar las cicatrices, tratar el acné, atenuar las arrugas finas y eliminar o disminuir las manchas para obtener una apariencia más sana, luminosa, limpia y tersa.

La recuperación puede variar desde los dos a diez días o más, dependiendo de la profundidad del producto aplicado y de las capas aplicadas en la piel. Se sugiere realizar de una a tres sesiones (dependiendo del tipo de peeling y su profundidad) con intervalos de dos a cuatro semanas.